martes, 17 de marzo de 2009

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA



"Con todo el sufrimiento económico y la pérdida de tanto dinero, el sexo es lo último en lo que la gente piensa."

El diario El País ha decidido dar un pasito en la ayuda de la crisis de la industria del porno al lanzar una colección de cine erótico como obsequio con el dominical. Digo un pasito porque, como todos sabemos, la pornografía y el erotismo, son conceptos bien distintos dentro de un mismo campo.

Con el tiempo, hemos visto que el aura de medio democrático y emancipador del que se tiñó Internet no es más que un espejismo. Si algo ha conseguido la red, es que entren en crisis la mayor parte de los sectores donde prima la autoría: cine, periódicos, música…

Durante un tiempo, no obstante, Internet ha sido el paraíso de amparo de la industria de la pornografía. La libertad de creación, la falta de control, la enorme cantidad de demanda potencial consecuencia de la privacidad del usuario… han causado un importante descenso de los costes de producción. Hoy, quien quiera, puede hacerse un video con una WebCam y colgarlo en la red. En pocos minutos el contador de visitas crecerá. Beneficios sin costes. ¿Qué más se puede pedir?

En principio, esto es positivo para cualquier industria: más demanda, menos costes, más beneficios. Relación directa y gozosa a priori. El problema aparece cuando el público se vuelve poco exigente. No importa la pérdida de calidad, sólo la gratuidad del servicio, lo que deja al género en manos de la carroña publicitaria. Los pobres distribuidores, esperan tristes en la cola del INEM la ayuda de los navegantes.

Por mucho que El País haya dado el primer paso, es muy difícil rescatar a esta industria: se requiere más. Sobre todo, la colaboración del público, que con su rudeza y conformismo, han extirpado cualquier acepción artística que pudiera tener este genero. Jamás habrá otra actriz con el encanto de Betty Page o películas de la talla de las de Just Jaeckin. Una derrota para la cultura.
Fdo. Boli BIC

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo (que pienso no lo digo por mi amor filial a Betty Page o al gusto al porno barato que no tengo ).
    Aún así veo interferencias en la cabecera... ¿qué manera más metafórica y bella que darse al sexo placentero en cada casa como símbolo del desinterés por algo como una "crisis", algo tan tangible ante la evidencia clara de la carne?
    A modo de fábula me imagino a los carteros llamando a cada puerta, a cada casa... pidiendo explicaciones por impagos; agentes de la AT trajeados pidiendo a gritos una firma. Y todo porque detrás de las puertas lo que hay son nómadas dados a un espacio en el que sólo quieren sexo amparado por amor que es, al final, lo único que salva.

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  2. No sabía esto.. interesante!! Lo siento por la industria del porno... a ver si se recuperan pronto...xD!!! Animo BOLI!! Nos vemos mañana... spero! un abrazo

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